noviembre 29, 2012

DESDE LIFE: HAMBRUNA EN CHINA - GEORGE SILK

Fotografía: George Silk - China, 1946

"La historia de los Hunan fue... la única cosa que hicen en China que valió la pena. De otra forma creo que fue una ultra-reacción a la guerra. No había nada que hacer, y no hice nada, excepto beber y pasar el tiempo, que era lo que todo el mundo hacía. 

Después de la rendición de Japón en 1945, estaba perdido... completamente perdido. Robert Capa me había dicho, "¿Qué vas a hacer George, cuando la guerra termine? Todo lo que sabes hacer es fotografiar la guerra." Él no quería ser malo, pero era verdad y no dijo nada más que la verdad y me impactó. Me preocupé. Nunca había trabajado para un periódico. Nunca había sido periodista -había sido granjero antes de la guerra. Ordeñé vacas noche y día por dos años.

En 1946 fui a China y... de repente me encontré en medio de esta ciudad, en medio de una hambruna terrible y las personas yacían en las aceras por todas partes, muertas o muriendo. Inmediatamente fuimos escoltados al centro de la ciudad a los mejores restaurantes y nos ofrecieron un gran banquete y esas personas muertas de hambre estaban en las ventanas mirándonos. Era muy difícil estar ahí. Sentí gran simpatía y sin ningún poder para hacer algo. Inmediatamente después de la comida, salí a caminar por la ciudad a tomar fotografías. Muy rápido me vi rodeado por cientos de personas. Nos movíamos como un cuerpo, no importaba donde fuera, pero dejaban un espacio enfrente mio. Sabían que estaban tomando fotos o haciendo algo y necesitaba ver. De repente ahí estaba una mujer vendiendo arroz y le tomé una fotografía. Después, aparece este niño esquelético. No lo puse ahí. Pudo haber sido las personas de entre la multitud, no lo sé. No sabía lo que decían. No tenía interprete. Tal vez en ese sentido, las mismas personas organizaron la foto de la vendedora de arroz y el niño. Es muy raro para mi, cuando la miro, que solo haya dos personas porque estaba rodeado de cientos."

(Entrevista en mayo 21 de 1993. Extracto de: John Loengard, LIFE photographers: What they saw, Boston, A Bullfinch Press Book, 1998)

LJDLP

CLOSE UP: PHOTOGRAPHERS AT WORK

Steve McCurry comparte su experiencia y opiniones acerca de tomar fotografías documentales.
En ingles.





noviembre 27, 2012

MEAT IS MURDER



Fotografía: W. Eugene Smith
Diseño: Ronald Ashburn 

LABYRINTH - DAIDO MORIYAMA

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón 

Es raro para un fotógrafo compartir sus hojas de contacto, a pesar de ser un precioso documento para los investigadores y una fuente de consuelo para otros fotógrafos. Magnum Photos se atrevió a publicar una gran colección de sus hojas de contacto hace poco, pero esta aproximación sigue siendo la excepción. Ahora Daido Moriyama ha publicado lo que equivale a una vida de trabajo, una gran serie de hojas de contacto alineadas con sobriedad sin espacios vacíos en 300 páginas muy apretadas. Es una gran cantidad de imágenes en las que fácilmente puede perderse, kilómetros de composiciones a blanco y negro alternadas de forma vertical y horizontal que sin orden cronológico plasma los accidentes de una vida alocada y una inagotable creatividad. Sin títulos o fechas que rompan la invariable sucesión de imágenes impresas a tamaño real. Solo algunos números y la marca de la película sin tocar por el fotógrafo o el editor. El hilo que nos guía a través de este laberinto visual es la certeza de que ciertas imágenes destacan naturalmente y atrapan el ojo del lector bien sea porque son famosas o porque son la única captura de una escena. Esta alternancia de tomas únicas y exposiciones repetidas, algunas veces casi obsesivas - y a menudo finalmente perdidas -, nos recuerda la paciencia y la espontaneidad requerida por la imagen y en el caso de un fotógrafo como Moriyama, arroja una luz a un cuerpo de trabajo guiado por las circunstancias de su vida diaria, algunas veces tierno, algunas veces violento. Nos damos cuenta la afirmación de su lenguaje hecho de una textura parecida al carbón, frames deconstruídos y movimiento incesante. Reconocemos temas recurrentes en una obra que abarca cincuenta años, que sin descanso han documentado al Japón de la posguerra. Esta galería aleatoria y gigante impresiona y fascina pero una vez la sorpresa y la curiosidad han pasado, empezamos a lamentar una edición estricta que asegure que una pieza maestra editorial sea abierta y reabierta sin cansancio. 

Akio Nagasawa Publishing.

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón

Del libro "Labyrinth"
Fotografía: Daido Moriyama - Japón

“Labyrinth” -
Fotografías de Daido Moriyama
Ediciones Aperture
304 páginas
Diseñado por Hiroshi Nakajima

LJDLP

ENTREVISTA A GERVASIO SÁNCHEZ

Extracto de una entrevista a Gervasio Sánchez, fotoperiodista español que ha cubierto conflictos en los Balcanes, Sierra Leona, Irak o Afganistán, a propósito de su asistencia a las Jornadas de Fotoperiodismo celebradas en La Coruña, España a finales de octubre, 2012.

Gervasio Sánchez
Fotografía: Gustavo Rivas

¿Qué imagen le hace despertarse por las noches?

Más que con imágenes, me despierto preguntándome si he conseguido el objetivo que tenía cuando era joven: mostrar a la gente con la dignidad que se merece. Los periodistas que trabajamos en conflictos tenemos que hacer bien nuestro trabajo, pero sobre todo, tratar bien a gente que ya ha sido muy maltratada. Me miro al espejo y me pregunto: ¿Qué hice en aquel momento? Aquella ocasión en la que habría podido ser un auténtico miserable para lograr una gran foto y no lo fui. Nunca he tenido que llamarme miserable. Después de muchos años trabajando en esta profesión, es algo de lo que me siento orgulloso. No he hecho cosas de las que me habría podido arrepentir.

¿Ha habido muchas oportunidades para ser un miserable?

He tenido oportunidades pero no lo hice. Y he visto gente que ha actuado de una manera realmente escandalosa. Y quizás, si hubiera actuado como un miserable, mi carrera habría sido más escandalosamente reconocida. Uno de los vicios del periodismo es creer que todo va a ser un camino rápido. Si se escala a toda prisa, es que algo ha salido mal. Este trabajo es una evolución, uno va creciendo con las experiencias y su trabajo se va fortaleciendo. Darle un premio a alguien menor de 30 años es un error, porque le produces un subidón de autoestima que acaba siendo negativo. A los jóvenes hay becarlos, pero con resultados. Yo te pago esto, pero tú me tienes que dar algo a cambio.

Cuando hay dos bandos matándose entre sí, ¿quiénes son víctimas y quiénes verdugos?

Yo siempre he dicho que quiero estar donde caen las bombas antes que donde las lanzan. En Sarajevo, por ejemplo, hubo muchas más víctimas en el cerco que en el otro bando. Y yo quería estar dentro del cerco. Si estoy en Siria, prefiero estar en las ciudades bombardeadas por las tropas de Al Asad. Frente a ellos, hay gente defendiéndose con unos cuantos fusiles. Yo quiero estar allí, con los que están en inferioridad.

¿Hoy se echa de menos esa cercanía al conflicto en lugares como Siria?

En Siria se puede trabajar, pero hay que asumir riesgos. En las guerras ocurren cosas brutales. Si cae una bomba donde estás tú, la bomba no dice: «a ti no te mato porque eres neutral, o un niño, o una mujer, o un anciano»

¿El «periodismo comprometido» es una redundancia?

Es una estupidez. El periodismo es compromiso, sin adjetivos ni adornos. A mí me molesta mucho que me llamen periodista comprometido. Hoy en día, está desbordado por intereses económicos y políticos, ha dejado de tener la influencia que tenía. Hay demasiada vinculación entre los poderes económicos y políticos. Como se puede ver cada día, en muchos medios ya no hay periodistas, sino defensores de determinados intereses. En este último mes se puede ver en algunos medios muy importantes, se mira por el negocio antes que por el periodismo.

¿Cómo sabe de quién fiarse en una zona de conflicto?

Hay que llegar con mucha información. Me pongo en contacto con la gente que ha estado últimamente allí, pregunto en qué condiciones se trabaja, cuánto dinero se necesita. Y también hay que buscar nativos de confianza, porque no sabes quién te puede vender a un grupo armado por unas cuantas monedas en cuanto tenga ocasión.

¿Qué recompensa queda tras tantos conflictos y tantos riesgos?

A veces echo la vista atrás y veo que en muchos momentos me he planteado no seguir para adelante, porque me estaba jugando la vida por informar. Pero te das cuenta que es imprescindible contar lo que pasa en esas zonas oscuras del mundo en que vivimos. Un mundo sin información de esas zonas sería un lugar mucho más injusto, peligroso, obsceno, radical y corrupto. Hay que ir a esas zonas adonde no todo el mundo está dispuesto a ir.

¿Cuánto cuesta dar ese paso?

Bastante sacrificio. Me he separado de mi familia y he visto como mis amigos se morían o quedaban amputados. Pero me pregunto qué harían ellos si estuviesen vivos, y seguro que seguirían trabajando. Soy consciente de que estoy vivo de casualidad. Estamos en un mundo muy injusto, que se ceba con los débiles, y mucha gente se muere sin saber por qué. En las guerras, las víctimas me preguntaban: ¿por qué tiran bombas, por qué nos disparan?

LVDG

noviembre 26, 2012

LAS PERSONAS DEL VALLE DEL OMO, ETIOPÍA

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Lucy, el famoso australopitecus descubierto en Etiopía en 1974, incitó a Hans Silverster a desear explorar la cuna de la humanidad. Hizo su primer viaje a Etiopía en 2002 y conoció a los habitantes del Valle del Omo, una región que cubre 60.000 km2. Cada una de estas tribus ha mantenido su identidad, costumbres y lenguaje. En el Valle del Omo, Silvester aprendió que los Mursis y especialmente lo Suris, en los márgenes de Sudán, aún practican la pintura corporal a diario. 

En las fronteras de Etiopía, Silvester pudo tomas imágenes de sus cuerpos, sus rostros pintados con cenizas y flores. Nos maravillamos con estas fotografías que nos muestran una frágil tribu de belleza primaria y sentido de la estética. Ellos se nos son revelados con la humanidad que caracteriza el trabajo de este fotógrafo. 

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Fotografía: Hans Silvester - Etiopía, 2002

Añadir leyenda

LJDLP

EMOTIONS AND REPORTERS

Trabajo estudiantil del MA en Fotoperiodismo y Fotografía Documental en el London College of communication.
Realizado por: Gabriel Gauffre
En ingles.






noviembre 15, 2012

STRAND, UNDER THE DARK CLOTH

Documental sobre Paul Strand.
“El problema del paisaje es la unidad de todo lo que está incluido, en un paisaje normalmente tienes un primer plano, un plano medio, la distancia y el cielo. Todo esto tiene que estar relacionado, lo que no siempre se logra. Cezanne es un maestro haciendo esto, porque no solo todo elemento está relacionado en sus pinturas sino que consigue unir la profundidad, consigue un espacio tridimensional. Esto es lo que quiero resolver en mis fotografías”."
Paul Strand

Parte uno:




Dos:




Tres:




Cuatro:




Cinco:




Seis:



REVISITANDO LA MAESTRÍA DE MANUEL ÁLVAREZ BRAVO

La hija de los bailarines
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1933

A menudo citado como uno de los fotógrafos más celebres de México, Manuel Álvarez Bravo, cuya vida transcurrió durante todo el siglo XX, capturó sin descanso la historia, la atmósfera social y geopolítica del país. Photographer on the Watch, una exhibición organizada por la Jeu de Paume en París, muestra imágenes nunca antes publicadas junto con las más reconocidas del maestro Álvarez Bravo, como La hija de los bailarines o Los agachados. Ambas, brindan nueva atención al trabajo del fotógrafo, quien murió en 2002, cuya prolífica producción no ha sido analizada por los críticos, pero si publicada en más de cien libros y exhibidas internacionalmente (El Museo J. Paul Getty en Los Ángeles realizó la retrospectiva más grande en 2001).

Después de la Revolución Mexicana que empezó en 1910, la carrera de Álvarez Bravo surgió durante un renacimiento creativo resultado de un paradigma en el ambiente político. Junto a los grandes levantamientos contra el entonces presidente mexicano Porfirio Díaz, vieron la luz revolucionarios políticos como Emiliano Zapata y Pancho Villa y algunos artistas significativos incluyendo a Diego Rivera se dieron a conocer. El trabajo de Álvarez, que evolucionó durante ese periodo, se dirigió a lo que curadores como Laura González Flores y Gerardo Mosquera identifican como "el abandono gradual de la vida rural y las costumbres tradicionales, el surgimiento de una cultura pos-revolucionaria con influencias internacionales y la adopción de una cultura moderna relacionada con la vorágine urbana" del país. 

Tal vez lo más notable de la carrera de Álvarez Bravo fue su amplitud de enfoques, que atravesaban el modernismo (como Edward Weston, su amigo personal) con fotógrafos formalistas de formas abstractas, antes de pasar a abordar los motivos reconocibles. Las personas, cosas y objetos, por ejemplo, una oveja caída sobre una acera, son mostradas en lugares reales pero capturadas en una perspectiva que eleva el propósito y el significado de la fotografía, más allá de la pura documentación (como Eugène Atger).

Aunque considerado dentro del movimiento surrealista, las imágenes de Álvarez Bravo no son exclusivamente surrealistas en el significado denotativo; sus lentes capturaron las cualidades míticas y extrañas de las cosas que existen tangiblemente, como en una óptica adheridas con ilustraciones del ojo, como se ve en Parábola óptica, que evoca el trabajo de los surrealistas puros. 

La carrera de Álvarez Bravo es una de las que puede ser fácilmente vista como una historia de trabajo incansable, llena de intentos laboriosos y experimentación devota, dando lugar a icónicas piezas maestras. Como mencionó Gerardo Mosquera en un ensayo dentro del catálogo de la exhibición: "mientras [Henri] Cartier-Bresson se apoderó del "momento decisivo", Álvarez Bravo atrapó los "momentos decisivos" un afirmación que captura no solo la dedicación a la práctica de Álvarez Bravo sino también su habilidad de componer y crear fotografías muy a propósito saturadas con complejidad poética. 

Archivo Manuel Álavarez Bravo, S.C.


Sobre la forma de dormir.
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1940

Mechón de pelo
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1945

Vistiendo una capucha, la operación
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1935

Ondas de papel
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1928

Tríptico de cemento 2
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1929

Ejercicio para una cámara enfocada
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1943

Bicicleta en el cielo
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1931

Los agazapados
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1934

Parábola óptica
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1931

Retrato desagradable
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1945

Castillo en el Barrio del Niño
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1990

Para la lana de las ovejas
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1932

El gran penitente
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1954

Amantes de la Luna falsa
Fotografía: Manuel Álvarez Bravo - 1967

↬ LBox

noviembre 14, 2012

GABOR SZILASI

Gabor Szilasi
Fotografía por: Jean-Francois Nadeau

Nacido en 1928 en Budapest, Hungría, Gabor Szilasi llegó a Quebec en 1958, después de no poder establecerse en Suecia. Su familia había sido diezmada por los nazis. Szilasi vistió la vergonzosa estrella amarilla. Su madre nunca volvió de los campos. Pocas veces habla de eso. "Usualmente no hablo mucho de eso... Muchos atraviesan eso reviviendo la pena. No yo. No explica mi fotografía. Para los nazis, eramos los enemigos por nuestros orígenes judíos. Para los soviéticos, después de la guerra, eramos los enemigos porque mi padre era dueño de un pequeño almacén, lo que nos hacía burgueses  Traté de dejar Hungría en 1949 y terminé en prisión, por lo que no pude continuar mis estudios de medicina. En 1956, gracias a las revueltas, fuimos capaces de ofrecer a los habitantes de las afueras de Budapest un poco más de dinero para que nos ayudaran a cruzar la frontera."

Gabor Szilazi es considerado uno de los grandes fotógrafos canadienses. Muchos museos le han dedicado retrospectivas y su trabajo es parte de muchas colecciones permanentes. La calidad de sus fotografías de la Quebec rural y la arquitectura de Montreal ha sido reconocidas por dos de los premios de las artes visuales más importantes de Canadá, el Premio Paul-Émile-Bosduas y el Premio Governor General.

Aún activo, Szilasi trabajo en Gaspé, exhibiendo retratos recientes. "Fotografío el momento en el presente, pero tan pronto como el shutter hace clic, estamos de repente en el pasado. Con la excepción de mis recientes fotos de Budapest, en las que fotografié por nostalgia, mi trabajo no romantiza el pasado. Me gusta descubrir un balance entre la especificidad del momento y la manera como es visto. El resto solo llega después, a pesar de mi mismo."

Su trabajo, la mayoría en blanco y negro, toma la naturaleza humana como su tema. "Primero fotografío lo que me gusta. Algunas veces, es la geometría o la luz en sí, después la arquitectura, la presencia del hombre. Fue después de treinta años de tomar fotografías que finalmente me enfoco en el hombre, cuando empecé a preocuparme por temas específicos en mi trabajo. Al comienzo no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo. Había, puede decirse, una cierta ingenuidad en mis fotografías. Estaba tratando de encuadrarlos como a una pintura pero siempre terminaba haciendo algo diferente. Cuando fotografié los motociclistas del Lago Balaton, por ejemplo, no ví inmediatamente que era una buena foto. Rompí las reglas tradicionales. La desarrollé mucho después... cuando mis estudiantes estaban encuadrando sus fotos, los animé a considerar la primera impresión. La primera impresión es preciosa."

En Budapest en 1952, el joven Szilasi compró una Zorki, una copia rusa de la famosa cámara Leica. ¿Por qué el interés en la fotografía? el destino lo llevó al trabajo de los maestros húngaros, como André Kertész. (Una de su más famosa fotografía cuelga en la sala de Szilasi.) Fue una urgencia incontrolable por satisfacer sus necesidades de expresar la forma como él ve el mundo. Y esa expresión tomó la forma de una imagen. 

"Quería dibujar y pintar. Aún pienso en eso algunas veces," explica Szilasi. "Pero la pintura no cuadra con mi temperamento. Como rápido, ¡como un húngaro! Siempre he sido impaciente. Una vez que tomo treinta fotografías de un tema, paro y miro a otra parte. Otras personas pasan su vida cavando en el mismo surco. [...] Primero tomé fotos con la Leica, después en un formato medio, después un formato grande, Polaroids, panorámicas, toda clase de cosas."

Su pasión por la Quebec rural, dice, se debe a su falta de familiaridad con el campo húngaro de su juventud. "Pasé muy poco tiempo fuera de Budapest. Extraño la experiencia rural. En Quebec buscaba por los rastros de un hombre en el campo, la vida. Pero nunca fotografié el puro campo, como Ansel Adams. Eso no me interesa. Porque al trabajar para la National Film Board de Quebec, me estaba dando la oportunidad de descubrir diferentes mundos humanos, Puedo sentir la diferencia entre Beauce, Charlevoix, el Ile-aux-Coudres y otras regiones y quería entenderlas mejor. Las encontré interesantes. Fotografié las personas de esas regiones, tanto conocidos como personas comunes." Fue en ese contexto que él se ha atado a Gaspé en los últimos años. 

Szilasi le gusta la simplicidad de las personas que tienen una presencia real pero que no son estrellas de ningún tipo. "Siempre he evitado fotografiar personas famosas. En esos casos, realmente se fotografía las reputaciones. No se puede tomar una mala foto de Mick Jagger o de Marilyn Monroe... La vida diaria de las personas comunes siempre parecen más interesantes para mi." Su pasión por las ciudad lleva el mismo interés en la humanidad. "La transformación del mundo, en el corazón de la vida de cada día, me fascina tanto ahora como siempre."


Fotografía: Gabor Szilasi

Vésnök
Fotografía: Gabor Szilazi 

Mme Tremblay
Fotografía: Gabor Szilazi 

Sala P Y M
Fotografía: Gabor Szilazi 

Pascal Bouchard
Fotografía: Gabor Szilazi 

Fotografía: Gabor Szilazi - Beauce

Fotografía: Gabor Szilazi

Motociclistas
Fotografía: Gabor Szilazi - Lago Balaton, Canadá

Aeropuerto de Montreal
Fotografía: Gabor Szilazi - Canadá

Fotografía: Gabor Szilazi

LJDLP